Sigo arrancándome tus versos.
Escribiste demasiados para una sola noche.
Tanta agonía desploma.
Cuando acabé con tu insomnio marché en silencio.
Casi descalza, casi.
Casi sin respirar, casi.
Un mínimo ruido puede despertar los versos.
No escribas, duerme.
Solo. En silencio.