Publicado en XYZ

Si la intención es lo que cuenta Felipe VI la cuenta bien. Frases como puños y cara de circunstancias para un futuro extraño y hasta inverosímil. Un mensaje dirigido a unos cuantos españoles, porque no crea usted Majestad que lo han entendido todos. Incluso aquellos que lo han entendido lo dejan pasar de largo, por un oído me entra y por otro me sale. Por no decir eso del forro de aquello que ahora es más in. Esa fue mi sensación ante la pantalla del televisor. Un desasosiego profundo por la inutilidad de las palabras de esperanza. Un choque frontal contra la realidad de una España dividida cada vez más mientras pedía unidad para seguir adelante. Un pesimismo ante un discurso que pretendía sacar el optimismo tan enterrado desde hace ya varios años. Dudo de la importancia y acierto de ese discurso en una noche tan señalada como la de Navidad. Una noche que presume de familiar, de buenos sentimientos, de armonía real o hipócrita en los hogares. Y entonces pienso que justo aparece el Rey en casa como el cuñado al que no ves ni escuchas en todo el año. O como el abuelo que sacas de la residencia esa noche y hasta el próximo mensaje del Rey. También él esa noche aprovecha para dar consejos, hablar del pasado y sobre todo del poco futuro que le queda. Normalmente el abuelo tiene su familia dividida en trozos irreconciliables, y eso que ahora dicen que los abuelos se están convirtiendo en los pilares de las familias. Pero qué poco caso se le hace.

A veces, sólo algunas veces, escuchar los deseos me recuerda que no los tengo. Especialmente cuando me los cuentan esos días en los que la sensibilidad alcanza altos niveles de saturación. Rodeada de un ambiente tan entrañable que lo único que puedo pensar es por qué tienen que caerme dos lágrimas por un mensaje. Ya he contestado a todos los del WhatsApp, alguno también con lágrimas. Por ello ahora escribo esto. Lo dejé para el final, Majestad. Escribo con premeditación y alevosía, quité la nocturnidad intentando ver la luz. Pero no la veo.
La intención es lo que cuenta… sigamos intentándolo.