Publicado en XYZ

Fue Podemos el que hizo saltar un hashtag semejante cuando quiso que los sevillanos votaran sí o no a la desaparición de la Semana Santa. Una realidad absurda y surrealista donde la razón no puede dominar al subconsciente. Dalí llevado a la cima del surrealismo. Salieron cientos de ideas para acudir todos a votar. Ensadilla rusa como bolas de helado o a montoncitos, alioli en el serranito o en las patatas, la Hermandad de Santa Marta en la madrugá o no, que si Sevilla Este pasa a ser barrio de Córdoba, que si los tunospueden cantar clavelitos estando sobrios, las croquetas de jamón o de cocido… Ironía pura y dura. Y ahora Juan Espadas inventa su referéndum, la Feria de Abril de sábado a sábado o la dejamos como está.

Bien, allá voy. ¿Cuánto dinero cuesta un referéndum semejante? ¿Es momento oportuno para hacer funambulismo? Le aviso que estamos en equilibrio. No digo que no pueda ser algo bueno el cambio, pero hay asuntos mucho más importantes que llevar a una consulta popular. Si usted no ve la que está cayendo, aparte del agua que destrozó los farolillos, es porque vive en Panamá. O quizá en El Coto de Doñana. Invitado, claro. ¿Votamos también si las lonas de las casetas deben ser a rayas rojas o verdes? Eso sí que sería la bomba nuclear en Sevilla. Cuidado, se sientan precedentes. Y cuidado también, la demagogia es contagiosa. Bastante. Señor Espadas, aún no nos hemos puesto de acuerdo ni en qué porras de gobierno vamos a tener y su cerebro le da a la neurona cual político catalán. Igual lo que va a hacer es un plebiscito,que es distinto, claro. Así, a la plebe para entretenernos. No me extraña que algunos se quieran separar de la España de pandereta, o de castañuelas. Y con redoble de palillos recuerdo una sevillana de hace años, antes de la Exposición de 1992 que hoy está de cumpleaños.

“Está llorando Sevilla sin un pañuelo siquiera. Sevilla se está cayendo y ni Sevilla se entera”