Publicado en XYZ

Ahora los líderes políticos entrevistados por niños. El nuevo programa de Ana Rosa Quintana, “26 J Quiero Gobernar” (¿Eeeh?), me da la medida de un país que anda desesperado ante la repetición de elecciones. Los españoles ya no sabemos ni dónde informarnos. Dónde buscar respuestas ciertas. Quizá por ello ha puesto a nuestros políticos delante de niños, porque de siempre se ha dicho que estos y los borrachos son los únicos que siempre dicen la verdad. ¿Será este el secreto? Pues ahora que acomode en su programa a cuatro borrachos de los buenos, a ver qué pasa. Puede que acaben hasta “… tan agustitooooooo”. Más salero habrá, seguro. Porque el malajismo que puede derrochar un niño no tiene límites cuando se le alecciona a ser adulto. A mí todo este circo me da náuseas, ganas de vomitar. O como dice mi amigo Roberto: “Ya sé a quién voy a potar”. Léalo como quiera, no es para menos. Tanta protección del menor para luego ponerlos delante de leones políticos sin domar. Menos mal que algunos ya están entre rejas. Supongo que a Ana Rosa la han metido en un buen berenjenal de audiencias y shares. Pero cuidado, la berenjena tiñe de negro y no se limpia tan fácil. Los circos siempre me han provocado una profunda tristeza desde mi infancia. La misma que ahora me da España, o más. Funambulistas, payasos, leones, domadores y domados. Faltaban los niños y ya están. Estamos borrachos de política y menuda resaca nos espera.

Y no dejad que los niños se acerquen a ellos. Embriagan.